La situación que atraviesan las casas de altos estudios de la provincia de Buenos Aires es cada vez más compleja. Malabares y ajustes con los recursos cada vez más limitados
Los recortes presupuestarios pusieron en jaque a las universidades nacionales y las instituciones con sede en la Provincia no escapan a la compleja realidad. Las críticas se encuentran a la orden del día, mientras sigue el tironeo por más fondos. Cómo pega el efecto motosierra en las casas de altos estudios y cómo hacen para sostenerse.
Desde diciembre, la administración de las universidades vio congelados sus recursos y se ha acentuado la necesidad de volver a tener el 50 por ciento que se ha perdido en inversión. Sin resultados, el Consejo Interuniversitario Nacional puso de manifiesto la necesidad de recuperar las becas estudiantiles, los salarios docentes y no docentes y, al mismo tiempo, abordar el tema relativo al funcionamiento de hospitales, resoluciones no abonadas, obras y otros puntos de extensión.
Un llamado de atención fue la multitudinaria marcha que se realizó el pasado 29 de abril. Frente a la muchedumbre que copó las calles, el Gobierno otorgó un incremento en el presupuesto del cual fue beneficiada la Universidad de Buenos Aires. Frente a esta determinación, el resto de las casas de altos estudios salieron con los tapones de punta y plantearon la existencia de "estudiantes de primera y de segunda”.
El descontento ya tenía como antecedente el freno que puso la gestión libertaria a la creación de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo; la de Pilar; Río Tercero, en Córdoba; la de Ezeiza y la Del Delta. En los fundamentos de la resolución se indicó que la medida se tomó para “evitar la duplicación y superposición de estructuras jerárquicas y garantizar que la oferta educativa cumpla con la calidad y pertinencia debida”. Sobre el impacto presupuestario, la diputada nacional y ex Secretaria de Políticas Universitarias de la Nación, Danya Tavela, manifestó su preocupación al señalar que “gestionar siempre con presupuestos reducidos es complejo, más si se retrotrae prácticamente un año y medio atrás en términos de valores nominales, que es lo que está pasando”. En esta línea dijo: “Estamos trabajando con valores de enero del 2023 en un contexto económico absolutamente distinto, con precios cambiados por inflación, por aumento de tarifa, con una devaluación de casi el 100%”.
Por otra parte, hay voces que también reclaman modificaciones y así lo hizo saber el exministro Alejandro Finocchiaro al señalar que “tenemos que buscar un nuevo modelo universitario, porque el actual es un modelo decimonónico”. En esta línea también hizo referencia a la creación de nuevas universidades y comentó que “tiene que cumplir con algunos parámetros básicos como el contexto geográfico” (Ver cuadro).
Lo cierto es que la situación es compleja y los recursos son más escasos. Las universidades dentro de la Provincia sintieron el impacto de la motosierra con la que llegó el gobierno nacional y debieron trasladar el recorte a su funcionamiento.
ALEJANDRO FINOCCHIARO - DIPUTADO NACIONAL
“Tenemos que buscar un nuevo modelo universitario”
Al hacer su diagnóstico sobre la situación de las universidades, el exministro de Educación y actual diputado nacional Alejandro Finocchiaro señaló: “Lo que planteé cuando era ministro es que nosotros tenemos que buscar un nuevo modelo universitario, porque el actual es un modelo decimonónico. Es un modelo del siglo XIX y estamos en pleno siglo XXI. Esto lo hablo continuamente con los rectores y con gente de las universidades. Creo que hay casi unanimidad. no podemos seguir teniendo carreras de 5, 6 años, 7 años, eso en términos teóricos y después también está lo que tardan los chicos en recibirse”.
En esta línea agregó que “tendríamos que tener carreras mucho más cortas, carreras de 3 años, de 4 años y que ya brinden salida laboral. Tenemos que trabajar mucho mucho con las universidades, con los rectores, siempre respetando la autonomía de las universidades, para que la oferta se actualice, se vigorice y esté en sintonía con el contexto actual”. Por otra parte, señaló que “de alguna manera, tenemos que empezar a pensar en el no arancelamiento. Yo veo que está bien y que es parte de lo que ha constituido nuestra universidad pública, pero tiene que ser para una segunda carrera. Es decir, ¿el pueblo argentino tiene que pagar a una persona que ya se ha recibido otra carrera más?, O el tema de los alumnos crónicos, ¿cuánto dura el no arancelamiento?. Es decir, alguien puede estar 20, 25 años, 15 años para hacer una carrera de 4. ¿Tiene sentido?”.
PABLO DOMENICHINI
El poder adquisitivo como principal preocupación
El diputado provincial y rector de la Universidad Nacional de Almirante Brown, Pablo Domenichini afirmó: “Estamos preocupados, pero con la firme vocación de diálogo y que esto se pueda resolver”, Asimismo dejó en claro su preocupación respecto a al “gasto de funcionamiento”, y a “la pérdida del poder adquisitivo del salario de nuestros docentes y no docentes, de todos los trabajadores de la universidad que vienen perdiendo en estos meses aproximadamente un 40% con respecto a la inflación”. Lamentó que “en la última paritaria no ha habido acuerdo y eso ha llevado a un paro que se sintió en las universidades de todos los gremios docentes y también de gremios no docentes”.
A. LAZZERETTI - UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA
“Somos una comunidad muy austera”
El rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti, habló de la situación que atraviesa la casa de altos estudios y puntualizó que “no escapa a las restricciones por las que está atravesando el conjunto del sistema universitario público nacional”.
En esta línea expuso que “estamos funcionando con cierta normalidad, entre comillas, en este ciclo lectivo 2024, dado que la universidad tiene una situación económica financiera sólida, pero más temprano que tarde vamos a estar todas las universidades en el mismo cuello de botella y en un escenario muy grave si esta situación no se revierte a la brevedad por parte del Poder Ejecutivo”. Además, sobre las acciones en conjunto con otras instituciones del país agregó que “estamos muy preocupados y trabajando activamente junto al resto de las universidades del país para encontrar una pronta solución a esta demanda”.
GUILLERMO TAMARIT - UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NOROESTE
“Vamos restringiendo actividades de acuerdo a las posibilidades”
En referencia a la situación de la UNNOBA, el rector de la institución, Guillermo Tamarit, expresó que “tenemos varias obras cuya parte de infraestructura está finalizada, pero no podemos completar todo lo que es la inversión de los mobiliarios, de tecnología, de todo aquello que hace que esos edificios efectivamente puedan cumplir actividad universitaria”.
En esta línea agregó que “vamos restringiendo actividades de acuerdo a las posibilidades presupuestarias que tenemos, concretamente en términos de investigación, de extensión o académicas. No hay nuevas propuestas y las que tenemos en marcha se restringen”.
En este contexto Tamarit, manifestó su preocupación al afirmar que “nosotros podemos tener alguna estrategia coyuntural, pero de ninguna manera esto puede desarrollarse en el tiempo porque se va a afectar el tipo de actividad universitaria que desarrollamos”.
Respecto a la priorización de actividades y recursos, el rector expresó que “hay menos oferta de actividades de extensión universitaria, menos actividades de convocatoria o desarrollo de proyectos de investigación. Y en términos académicos, aquellas cuestiones más complejas, se restringen a lo indispensable”. Sobre el debate del presupuesto universitario, el funcionario dijo que “no puede plantearse que la universidad requiera presupuestos básicos para sostener su funcionamiento y se apueste a desacreditarlas y a impugnarlas porque reclaman lo que le pertenece definitivamente”.
HUGO ANDRADE - UNIVERSIDAD NACIONAL DE MORENO
“Nuestro horizonte es una crisis presupuestaria”
En el conurbano, la Universidad Nacional de Moreno, no escapa a la compleja realidad. En este sentido, el rector Hugo Andrade explicó que “uno de los problemas que nosotros tenemos es el de los gastos de funcionamiento. Para nuestra universidad eran 28 millones de pesos mensuales, y hasta ahora hubo un aumento de 19 millones, cuando la factura de Edenor que nos vino es de 14 millones de pesos. Nuestra universidad está desfinanciada”.
Además, agregó que “también hay un inconveniente mayor. Nosotros tenemos 17 carreras y hay 5 que están en desarrollo. Todos los años hay que dictar materias nuevas por primera vez, porque los cargos no existían el año pasado. Y entonces esos cargos nuevos, al no haberse aprobado el presupuesto del 2024 no están presupuestados. Y además tenemos una escuela secundaria que se dictaba por primera vez el cuarto año, de dos modalidades. Así que todos esos cargos no están financiados y la universidad no puede sostenerlos con los ahorros de ejercicios anteriores. Por eso, nuestro reclamo es por los cargos no presupuestados y las carreras nuevas”. Respecto a las prioridades en el manejo de los recursos, Andrade, manifestó que “nosotros hemos reajustado todos los servicios y los gastos de funcionamiento. Estamos en un predio de 20 hectáreas y tenemos un edificio muy noble, muy antiguo, que requiere mantenimiento en el manejo de la luz, la vigilancia, el mantenimiento del parque. En consecuencia, hemos reducido la cursada de verano, hemos suprimido las instancias de ingreso y por eso declaramos la emergencia presupuestaria”.