La Justicia recibió la primera demanda pública contra el Estado y AstraZeneca por más de 90 millones de parte de una mujer que asegura haber contraído el síndrome de Guillain Barré posteriormente a la aplicación.

Si bien se hizo publico recién ahora, lo cierto es que el reclamo de Flavia Ochoa inició el trámite en el Ministerio de Salud y al no conseguir respuestas, se dirigió a los tribunales federales de Río Cuarto donde, además, busque que se declare inconstitucional uno de los artículos de la Ley de Vacunas para generar inmunidad contra el coronavirus.

En la demanda se detalla: “El día 04 de Enero de 2022 a las 11:30 hs., siguiendo fielmente las recomendaciones de ‘expertos’, acudí al centro de vacunación de Coronel Moldes que funcionaba en la casa de la historia y de la cultura, y me inocule la 3ra. dosis de la vacuna contra el Covid 19, marca ASTRAZENECA lote 77946, la inoculación la suministró el lic. en enfermería Pascheta, Franco Mat. 1-3078. A posteriori a las 19:30 Hs. del mismo día comencé con calambres fuertes, se me aflojaban las piernas, luego me tuve que acostar temprano por los fuertes dolores que padecía, al otro día no pude ponerme de pie, me caí en peso muerto, tuvo que levantarme mi pareja. Consultando a mi médico de cabecera, la doctora. me dijo que podía ser un efecto adverso de la vacuna que me había inoculado, pues cuando acudí al hospital de mi pueblo (Coronel Moldes) me confirmaron que se trataba de una reacción a la vacuna”, comienza.

Los médicos le dieron “decadrón y diclofenax” para mitigar por el fuerte dolor que sufría. Solo podía mover un poco las piernas. Se le dormían los brazos. Al día siguiente volvió al médico. Le dieron suero. La derivaron a un sanatorio privado. Radiografías, tomografías, punciones lumbares, análisis bioquímicos. El diagnóstico indicó “síndrome de Guillain Barré con cuadriparesia”. El neurólogo le avisó que estaría dos meses en silla de ruedas y un tratamiento de rehabilitación.

Hasta el día de hoy, Ochoa continúa en rehabilitación, desplazándose con andador y con una debilidad en los miembros inferiores. Pasaron dos años y continúa con incontinencia, fuertes dolores en la espalda, rodillas, migrañas, mareos, naúseas y depresión. En ese marco, la mujer asevera: “Mis médicos dicen que no tendré mejorías en el futuro y debo lidiar con esta condición incapacitante de por vida”.

Dada su condición, en enero del 2023 la comisión médica n° 033 Localidad Río Cuarto, en virtud del Retiro por Invalidez solicitado, dictaminó que posee una incapacidad laboral del 75,60%, conforme a las normas de Evaluación, Calificación y Cuantificación del Grado de Invalidez.

Por último, cabe mencionar que el caso recayó ante el juez federal de Rio Cuarto Carlos Ochoa -del mismo apellido que la mujer víctima, pero sin relación-. El magistrado solicitó la visión de la fiscalía para que opine sobre la competencia de la causa y por el momento, se aguarda el rumbo del expediente.