El mega emprendimiento inmobiliario de General Madariaga vuelve a estar en el centro de la escena. Es que luego de avanzar y destruir los humedales protegidos por Ley Provincial, la empresa ahora decidió colocar una represa de manera clandestina para llenar una laguna artificial, perjudicando así el suministro de agua potable a las zonas aledañas.

“La obra no cumplió con ninguno de los condicionamientos del OPDS. Hoy el humedal está muerto no tiene recupero posible y lo mismo está pasando con La Mansa”, señaló a LaTecla.Info una de las víctimas, que reside en el área.

Según reveló este vecino, el caudal de la Laguna del Rosario, que limita con La Mansa, ha disminuido de manera considerable, generando también una baja en la presión del suministro de agua potable. “He comprobado que la causa indudable se encuentra en la represa que ha efectuado el emprendimiento La Mansa para aumentar su nivel e impedir su natural circulación”, añadió la fuente.

Las autoridades de presidente de la Sociedad de la Laguna ya fueron notificados del asunto, pero parece que nada impide el avance ilegítimo de la empresa desarrolladora de este emprendimiento, mucho menos por parte de las autoridades políticas del distrito.

Es que, tal como ya publicó La Tecla, la comuna que desde diciembre de 2015 conduce el radical Esteban Santoro, aprobó allá por el 2011, bajo el mando del peronista Cristian Popovich, el desembarco del “Proyecto La Mansa, tu ciudad sustentable” (a cargo de la Desarrolladora DLM, creada en septiembre de 2011). El mismo se autoproclama como “una nueva ciudad de General Madariaga”, que comprende 267 hectáreas de superficie y un “Crystal Lagoons” (lago artificial), además de una laguna central de 47 hectáreas (también artificial).


La intensión de avanzar con el mega barrio privado no es de ahora, data de nueve años atrás. Claro está, el proyecto promete ser un generador de empleo y fomentar el turismo a través de cadenas de hoteles. Sin embargo, nadie impide la utilización desmedida de los humedales naturales de la región y el desguace de un pulmón clave para las ciudades de Pinamar y General Madariaga.

Como si fuera poco, para concretarse la firma del convenio y comenzar la planificación, el distrito de la Quinta sección electoral se encargó de dejar todo a comodidad de los empresarios. Inclusive, se generaron ordenanzas municipales para que no tengan ninguna barrera legal (ordenanza 2173/12) y se intercedió con el entonces gobierno de Daniel Scioli para que se apruebe en 2014 los estudios de tierras realizados (decreto 977/14). De eso mismo se jactan en el “Proyecto La Mansa” y aseguran que de esa manera “se afirma la seguridad jurídica, dando tranquilidad y confianza a sus inversores”.


Las caras de DLM

El propietario de las tierras donde se desarrolla el proyecto, Juan Pablo Russo Mac Adden, se convirtió en 2017 en titular de la ONG CEPA (Centro de Estudios y Proyectos del Ambiente). La misma ONG, es la encargada de dar el visto bueno a emprendimientos como “Campos de Luján S.A”, un proyecto de los tantos existentes en la ciudad de la Primera sección electoral a la vera del Río Luján con similitudes con “La Mansa”.

En tanto, Nicolás García Romero, otro de los socios de la desarrolladora, fue funcionario provincial y ocupa el rol de Director de Bioeconomía y Desarrollo Rural del Ministerio de Agroindustria. Por la exposición de los dos socios ya mencionados, figura como titular del emprendimiento el administrador de empresas Gabriel Sussman. El cuarto integrante de la sociedad es el presidente de la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino, Carlos García Remohi.

Conforme a los datos fiscales, las oficinas de DLM se encuentran ubicadas en el microcentro de La Plata. A su vez, es llamativo que no figuran teléfonos de contacto con la desarrolladora creada a semanas de aprobarse el proyecto en General Madariaga.