El jefe de Gabinete, Marcos Peña, analizó con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, aspectos económicos concernientes a la provincia de Buenos Aires. Del encuentro también participó el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne.

Si bien la agencia de noticias oficial Télam informó que el encuentro se realizó para hablar de una posible actualización del Fondo del Conurbano bonaerense, en pos de recibir este año alrededor de 20.000 millones de pesos extra, fuentes oficiales aseguraron a La Tecla que ese no fue el verdadero motivo de la reunión, aunque también habría sido parte de la charla.

De acuerdo a las mismas fuentes, el motivo del encuentro fue meramente de gestión, descartando que se hayan tratado temas de índole político partidario; y obedeció a la necesidad de la Provincia de contar con recursos para la continuidad de las obras de infraestructura que se llevan adelante.

La reunión fue en la Casa Rosada, y la intención de la Gobernadora es que el Gobierno habilite la posibilidad de recurrir a empréstitos del Banco Mundial dentro del marco del endeudamiento aprobado en el Presupuesto.

De todos modos, el reclamo de la Provincia por los 19.000 millones de pesos de compensación por los subsidios que debió absorber sigue latente. En la reunión, la Gobernadora también habría interiorizado al jefe de Gabinete y al titular del Palacio de Hacienda sobre el permanente reclamo por parte de los intendentes de la actualización del Fondo del Conurbano, con el propósito de compensar y aplicar equidad.

Cabe recordar que, tal como publicó LaTecla.Info, la política provincial festejó con bombos y platillos la recuperación de divisas del Fondo del Conurbano. Pero no se había terminado de descorchar el champagne cuando desde de la Casa Rosada, gracias a la suma habilidad de los gobernadores peronistas, le zamparon vinagre a las copas.

La absorción de los subsidios y de Edenor y Edesur a la que se vio obligada la administración bonaerense, licuó en un suspiro los dineros extras con los que Vidal soñaba potenciar la obra pública en el territorio que gobierna, y que pretende dejar como legado. Entonces pidió una compensación.

No pudo lograr que hubiera un compromiso firmado, por parte de Nación, de que de alguna u otra manera llegaría una ayuda extra de 19.000 millones de pesos. Sólo hubo una promesa de palabra, porque el Ejecutivo no quería alterar otra vez las relaciones con los gobernadores peronistas que llevaron a la Rosada a desproteger a su gobernadora para calmar ánimos allende las fronteras bonaerenses. Pasaron los meses y nada se ha transferido.