El gran problema económico no parte de lo económico, sino de los sanitario”, dice el economista Francisco Eggers, para señalar que “no hay una experiencia con la cual comparar esto. La verdad es que estamos como huérfanos de ejemplos. Lo que se comenta es que la situación más parecida a esta que el mundo ha vivido es la de la gripe española, pero ahí, al mismo tiempo, estaba la Primera Guerra Mundial. Y desde el punto de vista de la Argentina no sirve de comparación”.

Para el exfuncionario de Economía y profesor de finanzas de la UNLP, “no se puede comparar esta crisis con la 2008 -2009, porque es algo absolutamente distinto. En esos años teníamos un problema económico, que más allá del origen financiero se transfiere a la economía real en la insuficiencia de la demanda agregada; acá lo que tenemos es que un problema originado en la cuestión de salud repercute en forma diferencial sectorialmente, tanto con temas de oferta como con temas de demanda”.

Sin desconocer que habrá enormes problemas en el futuro inmediato, Eggers advierte que “para la gran mayoría de la gente en este momento lo económico pasó a segundo plano, sin perjuicio que hay muchos para los cuales lo económico de ninguna manera pasó a segundo plano. A quien más afecta es a la gente que necesita ganarse el mango todos los días, porque no tiene un salario ni tiene reservas”. En ese sentido apoya las medidas preventivas del Gobierno, destaca la contribución que hacen la AUH y la jubilación universal a los mayores de 75 años.

El experto asegura que es necesaria la impresión monetaria del Banco Central para sostener el déficit del Estado en esta emergencia, y dice que “la Provincia lo puede acompañar financieramente a la Nación pagando los sueldos y otras obligaciones cuasi salariales”. En este rubro se incluyen a los proveedores, con los que el Estado mantiene un enorme atraso; aunque tal como se anunció, se implementará el descuento de facturas para cancelar, en etapas, esas deudas con los proveedores y contratistas del Estado provincial


La L recesiva en la que se encuentra el país

“Se califica a las recesiones poniéndoles letras, cuando caes de golpe y te recuperás de golpe es una V, como pasó con las recesiones del 2009 y la del 2012: cuando caes suavemente pero te quedás un poco más de tiempo en la recesión y después levantás suavemente es una U; que fue el caso de 2014 y 2016", señala el economista

Y completa: "ahora, lo que tenemos es una L con Parkinson, es decir que se llega al nivel en el que estamos a fines de 2018 y desde ese momento que no hay una tendencia al rebote. Es paradójico que en enero y febrero que había un sector de la economía que parecía repuntar, que era el turismo interno, y ahora se fue a los caños”.