Los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que fue asesinado a golpes en la ciudad balnearia de Villa Gesell, ya contaban con antecedentes de episodios de violencia en grupo.

De hecho, Federico, una de sus víctimas, dialogó con Telefe Noticias y contó que lo atacaron de la misma forma que a Fernando en una fiesta privada en Zárate, que luego lo amenazaron y que cuentan con "protección". 

En esta línea, el joven detalló que "en una fiesta privada en una quinta, me choca un chico que tenía un vaso. (...) Me quería pelear, y entonces le dije que no quería pelear así que que siguiera en la suya y yo sigo en la mía. En eso me pega una piña. Cuando me pega me caigo, ahí vino el grupo y me empezaron a pegar piñas y patadas".

Y continuó con su relato: "Cuando logré levantarme empecé a correr hacia mi auto me seguían pegando. Entró al auto me empiezan a pegar en el auto, hago marcha atrás para dar la vuelta y me caigo a un zanjón. Ahí me pegaron y me robaron mis pertenencias (celular, la billetera y otras cosas)". Pero lejos de terminar ahí  la agresión, cuando quiso irse los rugbiers comenzaron a arrojarle piedras al auto.

Respecto al hecho, Federico remarcó que "son exactamente los mismos". Y aclaró que "en Zárate no es la primera vez que lo hacían. Hay mucha gente con miedo. Me atacaron para divertirse, para mostrar su fuerza. Yo los veo todo el tiempo. Eran conocidos en Zárate por amenazar a todo el mundo". 

El joven cerró concluyente: "Fue muy angustiante ver lo de Fernando porque me vi en su lugar".