La Plata, Bs As.
Jueves, 18 abril 2024
CAMPO EN GUERRA
La grieta que reabren las retenciones
Los intendentes del interior bonaerense empiezan a mostrar sus posturas respecto del impuesto a las exportaciones. Los roces entre ellos. Detrás, el sello del espacio político al que responden
La grieta que reabren las retenciones
La memoria emotiva de los productores rurales se activó días atrás, llevándolos en un vuelo imaginario al año 2008, cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lanzó un esquema de retenciones móviles para las exportaciones, que generó una profunda crisis política.

Once años después, el campo escenifica su estado de ánimo. Dicen estar enojados, defraudados ante lo que consideran una ofensiva del nuevo Gobierno del Frente de Todos de aspirar dólares, de manera inmediata y directa, de la renta de la producción agropecuaria del país.

En una medida que se preveía, el Gobierno de Alberto Fernández decidió dejar sin efecto el límite de 4 pesos por dólar a las retenciones y subir los derechos de exportación, a través del decreto 37/2019, publicado en el Boletín Oficial.

La reacción de los productores de todo el país no se hizo esperar, y obligó al Gobierno a mostrar capacidad de salir al cruce. La línea argumental giró sobre la negativa a que sea un aumento de la tasa, sino una adecuación de esos 4 pesos que consideran retrasados, con un dólar que vale hoy casi el doble de su cotización cuando la gestión Macri lo reinstauró.

La posibilidad de revisar el articulado de la norma y segmentar la carga de la retención, alivianando el peso de los productores medianos y pequeños y acentuando el aporte de los grandes grupos agroexportadores, no calmaron demasiado las aguas. La ofensiva sigue y los ruralistas nucleados en Carbap pasaron a la acción, con una jornada de paro de comercialización de granos.

Llegará a modo de compensación, con dinero que volverá en créditos o desgravaciones impositivas. Por supuesto que, con el tema instalado, la grieta se reabrió y alineó a oficialistas y opositores a ambos lados de la polémica.

Así, los ahora intendentes opositores (antes, oficialistas de Cambiemos) alegan que el contacto diario con los productores de sus distritos les marca un panorama negativo de cara al futuro.

El impacto de las retenciones sobre el dinero que los chacareros tienen en el bolsillo es su principal argumento, advirtiendo que repercutirá sobre el poder de compra en los comercios y empresas de sus respectivas regiones.

Así lo expresó, ente tantos otros, el jefe comunal de Carmen de Patagones, José Luis Zara, para quien las retenciones son “un impuesto que termina perjudicando a la producción, lo hemos dicho siempre. Me parece que hubiera sido importante que hubieran consultado a las entidades agropecuarias”.

“Ahora se oponen, parece que se olvidan que fueron ellos, en su gestión, que volvieron a poner las retenciones. Son muy hipócritas”, aseguró a La Tecla un alcalde peronista del interior.

A decir verdad, la alianza que gobernó el país durante los últimos cuatro años pasó de la crítica feroz hacia las retenciones a la defensa de la misma medida cuando el gobierno de Mauricio Macri, argumentando una situación de extrema necesidad, las reimplantó.

“Nos quieren hacer quedar ahora como los malos de la película, cuando fue el Gobierno de ellos el que repuso las retenciones, las aumentó después de sacarlas, y ahora las critica”, se quejó el jefe comunal del PJ.

Por el lado del peronismo, varias de sus espadas en la provincia de Buenos Aires coparon las redes sociales y los medios de comunicación para manifestar su apoyo a la suba de retenciones, apelando a la necesaria solidaridad que el sector agroexportador debiera tener en un momento en el que las cifras de pobreza, hambre o desocupación crecen a pasos agigantados en el territorio nacional.


Desde las entidades del campo, históricas aliadas de Cambiemos en la pasada gestión, sostienen que sus peores augurios se cumplieron: otra vez en el poder los que representaron sus peores pesadillas, y nuevamente con políticas que el campo rechaza.

La frase de Matías de Velazco, presidente de la poderosa Carbap, van en ese sentido. Aseguró que el Gobierno del presidente Alberto Fernández “está conformado por personas que pertenecieron a una gestión que tomó medidas enfrentadas al sector”. Un ojo en la historia, podría señalarse.

Miedo al regreso de la sojización
El jefe comunal de Rivadavia, Javier Reynoso (Cambiemos), marcó su discrepancia con la norma “por cómo repercute en el interior, donde tenemos economías únicas, agrícolas, donde los impuestos afectan directamente a la producción”.

El alcalde dijo que le preocupa “porque con esto cambian los intereses de la producción, vuelve la sojización. Es probable que en la próxima cosecha sea todo soja. Eso se había logrado retrotraer a partir de la baja de las retenciones, con más variedad de cultivos, y eso es, en el fondo, también una cuestión ambiental”. Reynoso consideró que las retenciones no son un impuesto progresivo, “eso significa que tiene que solicitar un mayor esfuerzo a los que más tienen. Esto de ahora es regresivo y afecta directamente a la producción, porque el chico va a ser cada vez más chico, va a tener cada vez más dificultades para crecer; y el grande va a ser cada vez más grande”.

“Era una medida totalmente previsible”
El intendente peronista de Carlos Casares, Walter Torchio, quien también es productor, aseguró que “a nadie le gusta que le resten parte de su ganancia, pero era una medida absolutamente previsible, que no sorprende a nadie; era lógica dentro de esta situación económica del país”.

Reiteró que es lógica la medida, “salvo que tengan una propuesta que reemplace estos ingresos en el corto plazo”. Añadió: “Seamos claros, el que reinstauró las retenciones fue el expresidente Macri, y lo hizo porque había escasez de recursos. Inclusive, todos sabemos que él intentó subirlas, y después dio marcha atrás”. Por último, indicó: “No hay forma de hacer magia cuando uno tiene que recaudar en un corto plazo”.

Respaldo desde la Quinta Sección
El jefe comunal de Castelli, Francisco Echarren (Frente de Todos), consideró que “estamos en medio de una crisis excepcional, y por una cuestión de sentido común, ideológico, racional, el que más tiene es el que más tiene que aportar”. El alcalde evaluó que “el campo, en estos años, donde la devaluación ha sido muy importante, ha tenido un plus de cuatro pesos fijos que se ha licuado con el paso del tiempo; lo que hizo el Presidente fue actualizarlo”. El intendente de la Quinta sección dijo además que “cuando uno toca los sectores más concentrados, las reacciones son más duras”. Y sentenció: “Yo no vi a nadie salir o amagar a cortar una ruta cuando les aumentaron a los trabajadores 1.500% en la factura de la luz o el gas”.

Enorme transferencia de recursos
Desde Pergamino, el intendente, Javier Martínez (Cambiemos), aseguró que “la medida es un golpe a la producción; las entidades estiman que va a haber una transferencia de recursos de unos 1.800 millones de dólares desde el agro al poder central”. El mandamás agregó que “esto no solo golpea al agro, también a la industria, al almacén, al pequeño supermercado, porque el productor va a tener menos dinero en su bolsillo”.

El alcalde dijo además que “también repercute en el empleo, porque todo el que se creó en los últimos años estuvo vinculado al agro”.

“Yo creo que cayó peor la medida de forma unilateral que la medida misma”, expresó Martínez, asegurando que “ellos creían que en la mesa de negociaciones iban a poder plantear alguna alternativa, reutilización de ese impuesto, como una tasa de interés para la producción”. Por último, el jefe comunal expresó: “Los noto molestos a los productores, no sé si van a salir a manifestarse”.

“No estoy de acuerdo con los impuestos al trabajo”
El intendente de Chacabuco, el radical Víctor Aiola, opinó: “No estoy de acuerdo con ningún impuesto que se cobre al producto del trabajo, en este caso, el del campo. Yo pensaría en otro tipo de forma de recaudar, como impuestos sobre la banca privada o a las acciones de la Bolsa de Valores”.

El jefe comunal de Juntos por el Cambio consideró que “se nota el descontento de los productores, y el campo siempre hizo el esfuerzo para acompañar los distintos procesos del país; aunque reconozco que hay un sector que ganó las elecciones y tiene todo el derecho a implementar las políticas que considere necesarias”.

Aiola se refirió también a las consecuencias de esta medida en la economía regional, al tener los productores menos dinero en el bolsillo, como algunos evalúan: “No sé cuánto, pero va a terminar afectando. De todas maneras hay que tener en cuenta que cuando el dólar se disparó, ellos se beneficiaron”. No obstante, el titular del Ejecutivo chacabuquense consideró que esa caída en el flujo de dinero que podría darse en el distrito “podría compensarse; no del todo, pero sí en parte, porque esas retenciones aumentarían el dinero por coparticipación”.

“El presidente de la Sociedad Rural tiene que acatar la democracia”
Autocalificado como ultrakirchnerista, el alcalde de Pehuajó, Pablo Zurro, opinó: “Yo lo veo muy bien. Cuando el presidente de la Sociedad Rural pregunta ‘¿Por qué no me consultaron?’, le diría que no, lo que tienen que hacer es acatar la democracia”. Añadió en tal sentido que “avisarle formaría parte de que el Estado depende de vos, y acá se tiene que hacer lo que corresponde”.

El jefe comunal mencionó que “no podemos volver al 2008, y en realidad, con un dólar a 33 y con la retención a 3 o 4 pesos hicieron fortunas. No es que van a perder. Acá está en juego por dónde se hace la redistribución de la riqueza. Y con algunos sectores del campo es siempre lo mismo”.

Acerca de las críticas por la falta de discriminación entre grandes y medianos o chicos, Zurro dijo: “Hay que estudiar bien la segmentación. Estoy de acuerdo que no es lo mismo el que tiene 100 hectáreas que Blanco Villegas, de Pehuajó, parientes de Macri, que tienen 11.000 hectáreas y con cinco empleados. Hay que analizar qué vamos a hacer cuando los chinos terminen de comprar las terminales de soja y regulen los precios, o cómo reconvertimos el campo productivo con trabajo, pero poblado con esfuerzo de lecheros, de Pymes”.

En cuanto a la posibilidad de que se registren medidas de fuerza del campo, el intendente K aseveró: “La verdad es que no correspondería. Ya en 2008 dieron una muestra de su poder. Es gente que no se está muriendo de hambre, sino que tiene gran poder adquisitivo”.
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