La Pulga fue reconocida por sexta vez como el mejor jugador del mundo, pero el segundo de sus descendientes volvió a hacer de las suyas y se llevó todas las miradas
Ayer Lionel Messi ganó su sexto Balón de Oro. Una vez más, el argentino fue escogido como el mejor futbolista del año y con este galardón superó a Cristiano Ronaldo. De esta manera, se posicionó como el deportista que más veces en la historia obtuvo el premio entregado por la revista France Football.
Pese a ser la estrella de la noche por sus logros futbolísticos, hubo otro Messi que brilló en la gala llevada a cabo en París: su hijo Mateo.
Fruto de su relación con Antonela Roccuzzo, el pequeño de 4 años es el foco de atención cada vez que aparece en público o en redes sociales; y esta vez no fue la excepción...
Todo parecía tranquilo hasta que llegó el momento culmine de la noche: cuando Didier Drogba anunció el nombre del rosarino como ganador del premio como el mejor del 2019, el pequeño estalló de felicidad. La cámara alcanzó a tomar la primera reacción de Mateo agitando su puño, festejando el logro de su papá, pero segundos después llegó la travesura: abrazó Thiago, su hermano mayor, y le mordió su oreja derecha.