La Plata, Bs As.
Viernes, 29 marzo 2024

BAJAR DE PESO
¿Dieta reducida en carbos o en grasas?
¿Existe un plan alimentario más rápido y efectivo para ganarle a la balanza? Esta es la pregunta que todas las personas se hacen de cara al verano. Pero la ciencia demostró que, más allá del nombre y las bases, el factor común será siempre el déficit calórico
¿Dieta reducida en  carbos o en grasas?
Se acerca la época estival y los gimnasios se llenan, las personas googlean y, en el mejor de los casos, recurren a especialistas en busca de una dieta mágica que les permita bajar algunos kilos antes de ponerse la malla. En este marco, cada año surge el mismo gran interrogante: ¿Hay una dieta mejor que otra?

Esto fue lo que también se preguntó Federico Galassi, licenciado en Biología por la UBA, investigador del CONICET y miembro del Equipo High Fitness, quien analizó un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Standford, con el objetivo de aportar información para que las personas puedan optar por su dieta de acuerdo a su individualidad.

En esta línea, el investigador comparó los planes alimentarios bajos en carbohidratos con los bajos en grasas, para ver cuál es más efectivo en la pérdida de peso; y llegó a la conclusión de que “no hay una dieta mejor que otra para el descenso, sino que la clave estará siempre en el déficit calórico”. Es decir que para bajar de peso, siempre habrá que consumir menos calorías de las que gastamos. En este sentido explicó que “la manera en que venga ese déficit es independiente. Vos podés bajar tus calorías en carbohidratos o por las grasas”.

Al ser consultado por revista La Tecla respecto de cuáles son los planes alimentarios bajos en grasas y cuáles en carbohidratos, el licenciado en Nutrición Federico Alvarez indicó: “En general, las dietas fueron siempre bajas en grasas, porque este es el componente más calórico de los macronutrientes. Por ende es lo que más calorías aporta a la dieta, y por eso, siempre, se intentó disminuirlo”. 

En cuanto a las dietas bajas en hidratos de carbono expresó: “Las más famosas o conocidas han sido las hiperproteicas, porque son las que dan resultados más rápidos. Estas son altas en proteínas y bajas en hidratos de carbono”. Y agregó que aunque le busquen distintos criterios o nombres, tales como “dieta Atkins”, “dieta de la zona”, “keto o cetogénica” o “paleolítica’, por nombrar solo algunas, siempre terminarán teniendo un factor común: serán hipocalóricas e hiperproteicas. 

Si bien el especialista coincide en que “independientemente del macronutriente que se baje, lo que prima y lo fundamental es el déficit calórico”, destaca que la clave para hacerlo bien y tener éxito es asesorarse con un profesional de la salud, que pueda determinar bien cuál es el gasto calórico diario, dependiendo la actividad física que realice la persona, ya que a partir de ahí podrá determinarse un plan de alimentación a medida y sostenible en el tiempo. 

PLAN ALIMENTARIO

Hiperproteica, la más famosa

Las dietas más popularizadas suelen ser las que dan resultados de forma más rápida. Y entre ellas está la hiperproteica, que se sustenta en una alta ingesta de proteína y baja en hidratos de carbono.
Los alimentos altos en carbohidratos son los que tienen harina (pan, pastas, arroz), legumbres (lentejas, porotos, garbanzos), papa, batata, choclo, hidratos simples como azúcar y miel, bebidas azucaradas y golosinas.
Estos productos suelen reemplazarse por alimentos más proteicos, tales como huevos, lácteos, carnes magras, hortalizas (lechuga, pepino, acelga, zanahoria, repollo, tomate) 
y frutas. 
Pero cabe destacar que todo lo que una persona ingiera, además de ser saludable, debe ser en cantidades medidas.

PRECAUCION

Los errores más comunes 

1- Dietas a medida. No hay que caer en planes alimentarios de moda y/o restrictivos. Por el contrario, siempre debemos asesorarnos por profesionales que hagan dietas a medida, para que así sea sostenible en el tiempo.
2- Medir las cantidades. Cuando las personas empienzan a cuidarse y ejercitarse suelen sobrestimar la cantidad de hidratos de carbono y grasas buenas, y esto puede ser contraproducente en la balanza.
3- Jugos y licuados. Las frutas, siempre, son buenas, pero en su medida justa; ya que si bien aportan vitaminas y minerales, también tienen muchos azúcares.
4- Entrenarse. Para bajar de peso, además de un déficit calórico, la dieta debe ir acompañada de ejercicios de fuerza, para desarrollar o mantener el músculo y disminuir o eliminar la adiposidad.

Mantener o aumentar la masa muscular

El estudio demostró que no importa si se baja de peso por hacer una dieta reducida en grasas o en carbohidratos, sí hay que tener en cuenta que la clave es mantener siempre la dosis de proteína diaria, para no comprometer el músculo. 
Una dieta restrictiva hará que bajes de peso pero perdiendo músculo, y esto te obligará a hacer una dieta cada vez más restrictiva para continuar viendo resultados en la balanza.

GRASAS: Buenas y malas

“La dieta hipocalórica clásica es baja en grasas”, explica Alvarez, y añade: “Tiene más o menos un 20% o 30% del valor calórico diario en aporte de grasas saludables”. 
De esta forma se ingiere la menor cantidad posible de grasas, pero se tiene la certeza de que ese pequeño porcentaje responde a grasas insaturadas, es decir, las que se encuentran en alimentos de origen vegetal, tales como aceites puros (oliva, girasol), semillas (calabaza, sésamo, chía), frutos secos (almendra, nuez, maní); o animal (carnes blancas).
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